Contexto

El sector lácteo asturiano es el segundo más importante a nivel nacional con un 13% de las entregas de leche directa

Sin embargo, en los próximos años se enfrenta a numerosos desafíos, entre ellos, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero sin comprometer la salud animal y la seguridad y soberanía alimentaria. Por ello, hay una necesidad clara de desarrollar nuevas estrategias para estimar la sostenibilidad integral de la explotación, para garantizar la viabilidad del sector en términos medioambientales, económicos y de calidad. 

Todas las investigaciones y medidas propuestas para reducir las emisiones GEI están orientadas a :

Sin embargo, la nutrición animal es fundamental para mantener el balance energético y el estado de salud del animal para que el rendimiento lechero y la calidad final sea óptima. Por ello, cualquier reducción de emisiones mediante cambios en la alimentación debe tener en cuenta el impacto en la salud animal y la calidad de la leche

A pesar de las metodologías existentes para estimar la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) como GLEAM y ECOGAN, apenas existen aproximaciones que intenten abarcar el concepto de sostenibilidad integral de la explotación. Esta sostenibilidad se define como la capacidad de la explotación para mantener y potenciar su producción de leche, cumpliendo con estándares de calidad, sin comprometer los recursos naturales, el medio ambiente, ni la salud y bienestar de los animales. 

Por ello, es esencial adoptar nuevas tecnologías, como la ganadería de precisión, para obtener datos precisos y aplicar algoritmos de machine learning. Esto permitirá una gestión agrícola más automatizada y precisa, teniendo en cuenta factores adicionales como la salud animal, la calidad del producto y la rentabilidad.